El reto de la comunicación en el ámbito jurídico es grande. El uso de un lenguaje muy técnico, las expresiones propias del ‘argot’ jurídico, las alusiones continuas a preceptos legales o un uso frecuente de expresiones en latín son los ladrillos y el cemento que han contribuido a levantar un muro de incomprensión entre dos mundos, la Justicia y la sociedad, que poco a poco, y con la necesaria colaboración de todas las partes implicadas, debería ir siendo derrumbado. Porque, ¿puede considerarse que hay justicia sin que los ciudadanos que acuden ante ella la comprendan?, ¿pueden permitirse los profesionales del sector legal olvidar la labor de comunicación?
La actualidad ha puesto en el ojo del huracán a un sector poco acostumbrado a comunicar y “traducir” su jerga a un lenguaje comprensible para el público en general. La labor de los profesionales de la comunicación en este terreno es clave para lograr un mejor diálogo entre la sociedad y el mundo de la Justicia, teniendo en cuenta el creciente número de noticias relacionadas con el ámbito legal que ocupan portadas de periódicos y abren informativos.
Pero... ¿Cómo hacerlo más comprensible?
Encontrar el equilibro de intereses entre la necesidad de informar sobre noticias jurídicas y la importancia de ser preciso en los términos utilizados es una misión que no sólo incumbe a los periodistas, a quienes ya se les presupone la habilidad de comunicar, sino también a los profesionales del mundo legal, como abogados o jueces, a quienes cada vez se les demanda mayores capacidades de comunicación, no sólo para tratar con el público en general, sino también en su día a día, en su relación con sus clientes o con los justiciables.
En el libro ‘Noticias, las justas’, editado por Wolters Kluwer, se aborda desde diversas perspectivas el modo en que se interrelaciona la comunicación y el periodismo con el mundo del Derecho. Concretamente, en un capítulo titulado ‘Derrumbando el muro de la incomprensión legal’, escrito por la periodista jurídica Almudena Vigil Hochleitner, se analiza la importancia de lograr que el lenguaje jurídico sea más accesible para todos los públicos y se pone en valor la labor de comunicación en el ámbito legal.